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Articles by James Banks

La dulzura de la sinceridad

«Amigo querido, a veces suenas más santo de lo que eres realmente».

Pulsar pausa para orar

El hidrante de incendio despedía agua a borbotones, y vi mi oportunidad: ¡Qué forma grandiosa de lavar el auto gratis! No lo había lavado durante un mes y estaba muy sucio. Entonces, aceleré en dirección al chorro.

Caminar junto a una bendición

En 1799, Conrad Reed, de doce años de edad, encontró una piedra grande y brillante en un arroyo que atravesaba la pequeña granja de su familia. La llevó para mostrársela a su padre, un inmigrante pobre, quien no entendió el potencial valor de la piedra y la usó para sostener la puerta. Durante años, la familia pasó caminando junto a ella.

Padre nuestro

Casi todas las mañanas recito la oración del Señor; no valgo de mucho en el nuevo día hasta que no me baso en ella. Hace poco, solo había dicho las dos primeras palabras —«Padre nuestro»— cuando el teléfono sonó. Me sorprendió porque eran las 5:43 de la mañana. ¿Quién sería? La pantalla del celular decía: «Papá». Antes de que pudiera contestar, la llamada se cortó. Supuse que mi papá me había llamado por error; y así fue. ¿Mera coincidencia? Tal vez, pero estoy convencido de que vivimos en un mundo inundado de la misericordia de Dios. Ese preciso día, necesitaba la seguridad de la presencia de nuestro Padre.

Llevado por el amor

Mi nieto de cuatro años estaba sentado en mi falda y acariciaba mi cabeza calva, estudiándola detenidamente. «Abuelo —preguntó—, ¿qué le pasó a tu pelo?». «Ah —dije riendo—, lo perdí con los años». Puso cara pensativa y respondió: «Qué pena. Tendré que darte un poco del mío».

Valorar cada momento

Las agujas detenidas de un reloj pulsera en los archivos de la Universidad de Carolina del Norte narran una historia tremenda: señalan el momento exacto en que su dueño, Elisha Mitchell, murió al caer de una cascada en los Apalaches el 27 de junio de 1857.

Marcas testigo

«¿Ve eso?». El relojero iluminó una marca delgada y pequeña grabada dentro del antiguo reloj del abuelo, en el que estaba trabajando en casa. «Es probable que otro relojero haya puesto esa marca hace casi un siglo —dijo—. Se llama “marca testigo”, y me ayuda a saber cómo ajustar el mecanismo».

Revelación y tranquilidad

En 2019, las revelaciones de género de bebés fueron increíbles. En julio, un video mostraba un auto emitiendo humo azul para indicar: «¡Es un varón!». En septiembre, un avión fumigador arrojó cientos de litros de agua rosa para anunciar: «¡Es una niña!». Pero hubo otra «revelación» que mostró cosas importantes sobre el mundo en el que crecerán esos niños. El sitio YouVersion reveló que el versículo bíblico más compartido y destacado del año en su página web y en la aplicación móvil fue Filipenses 4:6: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias».

Alentados en Dios

En 1925, Langston Hughes, un aspirante a escritor que trabajaba de ayudante de camarero en un hotel, se enteró de que un poeta al que admiraba, Vachel Lindsey, se hospedaba allí. Tímidamente, le pasó algunas de sus poesías, las cuales Lindsey elogió con entusiasmo en una lectura pública. Ese aliento hizo que Hughes recibiera una beca universitaria, abriéndole camino a su propia carrera exitosa como escritor.

Descansar en Dios

Harriet Tubman no podía leer ni escribir. De adolescente, un cruel dueño de esclavos le produjo una lesión en la cabeza, lo que le generó convulsiones y pérdida temporal de la conciencia por el resto de su vida. Pero cuando escapó de la esclavitud, Dios la utilizó para rescatar a otros 300 esclavos.